Expertos en derechos humanos de la ONU y de organismos regionales hacen un llamado a los gobiernos de todo del mundo a garantizar que las personas lesbianas, gay, bisexuales, trans y de género diverso (LGBT) que son perseguidas y se ven obligadas a huir sean protegidas contra la violencia y tratadas con dignidad
En el marco del Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia, que se celebra este 17 de mayo, refirieron que actualmente hay 84 millones de desplazados y las personas LGBT se encuentran entre las más vulnerables y marginadas.
“Al huir de la persecución y la exclusión socioeconómica, residen en países que no ofrecen una sólida protección de los derechos humanos, o que discriminan activamente por motivos de orientación sexual e identidad de género”, señalaron.
Por ello, urgieron a atender las causas para garantizar que se respeten los derechos humanos de la comunidad LGBT.
“El paso fundamental para hacer frente al creciente número de personas LGBT desplazadas por la fuerza en todo el mundo es abordar las causas profundas del desplazamiento forzado y garantizar que las personas LGBT puedan vivir libres de violencia y discriminación en sus comunidades, mediante la aplicación de leyes y políticas públicas que puedan transformar el círculo vicioso de abusos que les obliga a buscar protección en otro lugar en primer lugar.”
Los expertos de la ONU apuntaron que este sector se vuelve más frágil cuando tienen un estatus de migrantes, solicitantes de asilo, refugiados o desplazados internos.
“La persecución por parte de agentes estatales y no estatales, así como la exclusión socioeconómica alimentada por la estigmatización, la discriminación, los conflictos armados, las catástrofes naturales y el cambio climático obligan a muchas personas de orientación sexual e identidad de género diversas a huir de sus hogares en busca de un entorno seguro en el que puedan vivir auténticamente y ejercer plenamente sus derechos.
Refieren que más de dos tercios de las personas desplazadas lo han hecho al interior de sus países y en “Estados que criminalizan las relaciones consensuadas entre personas del mismo sexo y/o las diversas identidades de género rara vez son reconocidas y abordadas de manera sistemática por las instituciones que apoyan a los desplazados internos, la mayoría de las veces en zonas frágiles o afectadas por conflictos”.
Las personas LGBT que llegan a cruzar una frontera internacional se exponen a riesgos similares o mayores de violencia y son víctimas de la xenofobia, racismo, misoginia, discriminación por motivos de edad, marginación socioeconómica y aislamiento de redes de apoyo tradicionales. En su trayecto, los desplazados son explotados por diversos actores, incluidas las autoridades migratorias, de seguridad, contrabandistas y traficantes.
Consideraron que el Estados, las empresas y las organizaciones humanitarias y de la sociedad civil deben invertir en el desarrollo de políticas y programas basados en los derechos humanos, tomando en cuenta las dimensiones interseccionales del desplazamiento forzado, la orientación sexual, así como la identidad de género.