Javier Esquivel
Cada vez es mayor el número de mujeres mexicanas que luchan a diario por defender y hacer valer sus derechos de igualdad y paridad en el ámbito de la participación política.
El resultado de esas conquistas y refrendo de sus derechos les ha permitido acceder a más puestos de elección popular, sin embargo, también las ha conducido a enfrentarse a nuevos retos como: la competencia entre sí por los espacios electorales, violencia política y una lucha por la apropiación de agendas y causas sociales de género.
Luego de enfrentar procesos y mecanismos internos pocos transparentes de elección de sus partidos, y una vez que ellas logran ser candidatas a cargos de elección popular, encaran una interminable serie de estereotipos de género durante el proceso electoral.
No es nada sencillo para una candidata romper con modelos estereotipados en razón de que estos surgen desde sus propios equipos de trabajo que diseñan la campaña pensando únicamente en el género de su abanderada y no en la capacidad o sorprendente alcance que una candidata puede demostrar durante la contienda comicial.
La prensa muchas veces juega también un papel ambivalente en la materia. Las mujeres reporteras más experimentadas son más sensibles a detectar los alcances y metas sociales que puede desarrollar la candidata que entrevistan y por ello, lo reflejan en sus coberturas.
En la mayoría de las ocasiones las periodistas mujeres ven reflejadas historias de éxito y se sienten representadas por sus entrevistadas, pero también es lamentable ver cuando existe competencia entre candidata y reportera por cualquier motivo.
Sin embargo, los hombres periodistas tienden a entrevistar con la lente y estereotipo de género. Suelen asentar conductas caducas del periodismo en campaña a pesar de que las mujeres en competencia ofrecen perspectivas diferentes y enriquecedoras a la arena electoral.
Los retos se tornan más complejos cuando en 60 días para conquistar los votos hay que romper con los estereotipos marcados para abordar las agendas temáticas electorales y hacer una oferta electoral incluyente y transversal.
Diversos cuartos de guerra y de estrategia buscaron equivocadamente apropiarse de las agendas de género durante la competencia electoral. Hicieron competir estructuras, equipos de prensa y discursos entre candidatas para subrayar temas como el cuidado de la casa, atención a la familia, educación de niñas y niños etc.
En la ejecución y puesta en marcha de dicho error, algunos asesores olvidaron que una candidata mujer cuenta con los atributos académicos, la experiencia profesional necesaria y la visión estratégica para apoderarse de las agendas estratégicas de un gobierno y marcar tendencia pública. Ellas tienen la capacidad de dominar incluso mejor las agendas que antes se creían exclusivas para candidatos hombres.
En las últimas elecciones mexicanas, pero sobre todo en este ciclo electoral vimos como las mujeres que compiten son las que se atreven a descuartizar las viejas reglas de hacer campañas electorales con candidatas mujeres.
Su batalla es también al interior de sus equipos; luchan con sus jefes de campañas o presidentes de partido por romper las anticuadas metodologías de hacer campaña a los que están acostumbrados.
Hoy más mujeres son gobernadoras de sus estados, la mitad de los curules de la Cámara de Diputados federal son ocupadas por las mujeres. El romper mitos y leyendas de hacer campaña como la hacían los hombres en decenios anteriores les ha dado mejores resultados.
En los congresos estatales las legisladoras buscan con estrategia su reelección o postulación a otros cargos electorales de mayor responsabilidad. Cada vez son más y serán un mayor número las que lo logren.
En estas elecciones, en un estado de la República, se compite por la gubernatura con el cien por ciento de candidatas mujeres. En las otras 5 entidades se compite no solo por ganar la elección con una o varias candidatas, se contiende también por romper los estereotipos de género en las campañas electorales en México.
Habrá que estar atentos con los acuerdos entre la autoridad electoral y los partidos políticos para determinar en cuales competirán mujeres por el Estado de México y Coahuila.
@javoesquivel