Su reciente obra “Exceso de muerte. De la peste de Atenas a la Covid-19”
Luis Galindo
Agencia Libertad ANI (México, 19 de Mayo).- El escritor y filósofo Armando Bartra (1941), aborda en su reciente libro “Exceso de muerte. De la peste de Atenas a la Covid-19”, un recorrido por la historia de las epidemias, cuyo proyecto literario nació a partir del encierro a principios del 2020, y que obligó a muchos a permanecer en sus casas, pero otros arriesgaron sus vidas para asistir a sus trabajos y poder subsistir.
El autor de obras como “Hacia un marxismo mundano” y “Goethe y el despojo”, afirmó que el proyecto de su ensayo, nació desde el encierro, aquello que a principio de 2020 “tuvimos el privilegio, porque fue un privilegio de podernos quedar en casa, pero otros, muchísimos mexicanos y mexicanas, así como personas del mundo entero, tuvieron que seguir saliendo en asistir al trabajo, porque no podían de una manera sobrevivir”.
El filósofo Bartra, agregó que esa gente que tenía que salir de sus domicilios, no podían de otra manera sobrevivir, porque necesitaban continuar sus labores para llevar ingresos a sus casas, pero aquellos que “pudimos quedarnos en casa, aquellos que vivimos la fase más dura de la pandemia desde el encierro, fue mi caso, soy maestro y puedo trabajar a distancia y me siguen pagando, aún sino asisto a mi universidad”.
En entrevista con la Agencia Libertad, el catedrático universitario, afirmó que tuvo que enfrentar la pandemia, así fuera con la relativa protección de estar guardados en casas, de ahí nació el proyecto del libro, que en el propio título del ensayo, se menciona muerte, una avalancha, una explosión de mortalidad, este sunami o inundación de muerte, está la presencia de la parca por todos lados.
“Nos obligó a reflexionar sobre muchas cosas, sobre las diferentes dimensiones de la pandemia que estamos viviendo, una dimensión diríamos material de la pandemia con sus secuelas como secuelas sanitarias, la muerte y la enfermedad. Pero también está la dimensión económica, la caída del crecimiento y la economía global, la economía casi de todos los países, el aumento de la pobreza, es la secuela de carácter social, el desgaste de las relaciones, las repercusiones de carácter político, la crisis de muchos gobiernos, todo esto habría que reflexionarlo y son lo que yo llamo las dimensiones materiales de la crisis epidémica”, expresó en entrevista vía telefónica.
Sin embargo, dijo que hay otra dimensión u otras dimensiones que podría llamar dimensión espiritual. “La pandemia nos ha colocado frente a un hecho que todos sabíamos y reconocíamos siempre que es nuestra condición de seres mortales, somos seres para la muerte y nosotros los seres humanos somos seres vivientes, somos orgánicos vivientes y vamos a morir, más pronto, o más tarde, todos vamos a morir, quizás la humanidad misma como tal, una especie, tiene un ciclo definido de vida, no va a ser eterna quizá, pero eso no lo sabemos en este momento”.
Lamentó que ahora hay un virus que ataca al organismo, que provoca enfermedad y agrava la enfermedad y que puede matar, pues uno se enfrenta al hecho de que traemos la muerte dentro del virus, finalmente es una enfermedad de cuerpo.
Otro de los temas que aborda en el ensayo, es la relación de la sociedad con la naturaleza, “nuestro entorno y en efecto es una relación. Hoy nos inquieta más todavía, pero ya nos inquietaba antes, porque ya teníamos el calentamiento global, el cambio climático, y la escasa de agua dulce, así como el tema de la contaminación y el aire”.
El autor de “Los nuevos herederos de Zapata”, comentó que la pandemia se origina de un virus que probablemente estaba en un animal, alguna variedad de murciélago, éste se lo pasó a otro animal, y a través de la mutación, este virus estaba en animales y no en humanos, y pudo colonizar, ocupar también el cuerpo humano y se transformó en una enfermedad que puede provocar la muerte. Esto tiene que ver con el metabolismo, con la ecología y que no es un fenómeno nuevo “desde que formamos parte del medio ambiente de las diferentes especies”.
Manifestó que en los años 70´s, 80´s, y 90´s, ya se tenía conocimiento de las pandemias, que cada vez eran más frecuentes como la fiebre aviar, que proviene de ls aves silvestres y luego a través de las gallinas.
“Todo esto nos convoca a reflexionar por nuestra relación con la naturaleza y nuestra relación con el entorno fuera menos agresiva y que fuera menos violenta, y que fuera menos invasiva, probablemente tendríamos menos enfermedades, es decir menos frecuente y menos intensa”, apuntó Bartra.
