Inauguración de Dos Bocas evidencia un proyecto caracterizado por falta de planeación, opacidad y sobrecostos que pagarán los mexicanos: IMCO

Rosalba Amezcua Agencia Libertad ANI (México 29 de junio).- A unas horas de que este viernes 1 de julio se inaugure la refinería “Olmeca” en Dos Bocas, Tabasco, uno de los proyectos insignia de la actual administración, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), dijo que se trata de un proyecto caracterizado por la falta de planeación, opacidad, sin análisis de costo beneficio, sin manifestación de impacto ambiental y donde no se valoraron alternativas más eficientes para incrementar la producción de petrolíferos y además, no se conocen los verdaderos costos del proyecto.

Recordó que, aunque de acuerdo con el Plan de Negocios 2021-2025 de Petróleos Mexicanos (Pemex) la refinería no iniciará operaciones regulares sino hasta 2023, y según el documento, tiene planeado procesar 340 mil barriles diarios de petróleo crudo, a unos días de su inauguración, no existe información pública sobre su capacidad de producción en la etapa inicial.

“Como consecuencia de la mala planeación del proyecto, la construcción de la refinería ha enfrentado sobrecostos. La inversión prevista fue de alrededor de 160 mil millones de pesos (mmdp) –8 mil millones de dólares (mmdd)– sin embargo, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha reconocido un sobrecosto de entre 3 y 4 mmdd: entre 38% y 50% más que lo estipulado en el presupuesto original. El monto final podría ser incluso más elevado”, subrayó.

El Instituto, agregó que al mismo tiempo, el proyecto ha sido desarrollado por una empresa filial de Pemex –PTI Infraestructura de Desarrollo– que por su naturaleza jurídica no tiene las mismas obligaciones de transparencia que las empresas subsidiarias o el corporativo, por lo que no hay información suficiente sobre el proyecto en el Presupuesto de Egresos de la Federación o en la Cuenta Pública.

Por lo que “más allá del incumplimiento del calendario de inversión del proyecto, de sus sobrecostos y de la marcada opacidad que lo ha caracterizado, evidencia de las deficiencias estructurales en la construcción de infraestructura en el país, el IMCO considera que la eventual entrada en operación de la refinería “Olmeca” será un paso en la dirección contraria de lo que necesita Pemex, el país y el mundo. Asimismo, la refinería se ha desarrollado con una planeación inadecuada, uso ineficiente de recursos públicos, y en un contexto de opacidad que ponen en duda su viabilidad”, dijo.

En esa línea, destacó que la transición energética ha obligado a las empresas petroleras en el mundo a replantear el modelo de negocio de la refinación de crudo y en el futuro previsible habrá demanda de productos derivados de los hidrocarburos, por lo que las inversiones en refinerías en Europa y Estados Unidos estarán centradas en proyectos de biocombustibles y descarbonización y los jugadores exitosos serán quienes se adapten a las nuevas circunstancias de forma eficiente.

En ese contexto, Pemex Transformación Industrial (PTRI), subsidiaria encargada del negocio de refinación y petroquímica, ha reportado pérdidas acumuladas por (-)1.28 billones de pesos entre 2011 y 2021 (un promedio de 116.7 mil millones de pesos –mmdp– de pérdidas anuales). Solo en este último año, PTRI reportó una pérdida de (-)219.8 mmdp. Además, fue la única subsidiaria que reportó pérdidas brutas; es decir, que los ingresos que obtuvo por la venta de petrolíferos (gasolinas, diésel, combustóleo, entre otros) fueron menores que el costo de los insumos que requirió para su elaboración.

“Si se consideran las pérdidas que presenta actualmente PTRI debido a deficiencias operativas y a las condiciones del mercado de combustibles, la entrada en operación de la refinería “Olmeca” probablemente se traducirá en mayores pérdidas para esta subsidiaria, lo cual agravará aún más la situación financiera de Pemex”, señaló.

Y es que agregó, la nueva refinería no viene acompañada de cambios estructurales en PTRI que le permitan a la subsidiaria ser más competitiva, y al mismo tiempo, la empresa tendrá menos recursos disponibles para financiar proyectos en actividades rentables como exploración y producción de hidrocarburos. Agencias calificadoras como Fitch Ratings y Moody’s se han pronunciado en este sentido al señalar que la estrategia de Pemex para incrementar su capacidad de refinación y elaboración de petrolíferos pone en riesgo su perfil crediticio al ocasionar mayores pérdidas operativas para la empresa en el corto y mediano plazo.

En cuanto a la construcción del proyecto, el IMCO precisa que refleja múltiples deficiencias. Entre ellas: planeación inadecuada, ejercicio inadecuado de los recursos públicos y opacidad.

Detalló que el desarrollo de la refinería sufrió de una planeación inadecuada al no contar con un análisis de costo-beneficio, una manifestación de impacto ambiental en tiempo y forma, así como al no existir estudios públicos sobre otras alternativas para incrementar la producción de petrolíferos en el país.

“A pesar de que por ley todos los programas o proyectos de inversión pública que tienen un costo superior a los 500 mdp deben contar con un análisis costo-beneficio a partir del cual se valore si sus beneficios sociales son mayores que sus costos, en el caso de la refinería de Dos Bocas, dicho análisis nunca se llevó a cabo. Es decir, no se valoró antes de iniciar su construcción si los beneficios y ganancias estimados durante toda la vida útil del proyecto serían mayores o iguales a sus costos”, indicó.

Para el Instituto, tampoco se valoraron otras alternativas quizás más eficientes para incrementar la producción de petrolíferos, tales como la rehabilitación de las refinerías existentes que, en conjunto, operaron al 50.1% de su capacidad durante el primer trimestre de 2022.

Aunado a ello, la ubicación de la refinería en el municipio de Paraíso, Tabasco, ha sido señalada en reiteradas ocasiones como no idónea por estar en un terreno expuesto a inundaciones. A pesar de estar en una zona de humedales y ser un manglar, la preparación del terreno para la construcción se inició sin contar con la manifestación de impacto ambiental correspondiente.

Agregó que aunque la refinería quedará formalmente inaugurada, habrá que esperar el desenlace judicial que suspendió la reserva anticipada de información derivada de que el 22 de noviembre de 2021 el Ejecutivo Federal emitió un acuerdo mediante el cual se podría declarar de interés público y seguridad nacional cualquier proyecto de infraestructura que se considere prioritario, como es el caso de la refinería en Dos Bocas, lo que tendrá implicaciones para el desarrollo de las obras faltantes en el complejo de la refinería.

En cuanto al costo, recordó que originalmente la inversión proyectada para esta obra era de 160 mmdp –8 mil millones de dólares (mmdd)– sin embargo, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha reconocido un sobrecosto de entre 3 y 4 mmdd: entre 38% y 50% más que lo estipulado en el presupuesto original. Bloomberg, por su parte, estima a partir del valor de los contratos de obras para la construcción de la refinería, que su costo total será de entre 16 y 18 mmdd.

“Este es un costo que no ha asumido Pemex como Empresa Productiva del Estado, sino los mexicanos en general, al tratarse de recursos provenientes en su mayoría de aportaciones patrimoniales del Gobierno Federal a la empresa con cargo al Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF). Entre enero de 2019 y marzo de 2022 el Gobierno Federal, vía la Secretaría de Energía (Sener), apoyó a Pemex con 552.7 mmdp por concepto de aportaciones patrimoniales, de los cuales 175.8 mmdp (31.8%) se han destinado a la construcción de la refinería de Dos Bocas”, citó.

El IMCO propone, enfocar la inversión de Pemex en actividades de exploración y extracción de hidrocarburos. Pemex debe orientar sus inversiones a aquellas actividades más rentables dentro de la cadena de valor de los hidrocarburos, como las actividades de exploración y extracción (aguas arriba o upstream). Dedicarse a otras actividades (particularmente refinación y petroquímica –aguas abajo o downstream–) distrae recursos de inversiones más rentables y apremiantes que le permitirían a Pemex incrementar su producción de hidrocarburos y sus tasas de restitución de reservas.

Invertir mayores recursos en la electrificación del transporte público y privado que reduzca el uso de combustibles fósiles en el país y completar la rehabilitación de las seis refinerías existentes y equiparlas para producir derivados de mayor valor agregado.

“Al cierre de 2021, por primera vez Pemex produjo más combustóleo (244 Mbd) que gasolinas (226 Mbd). Completar los proyectos de coquizadoras en las refinerías de Tula y Salina Cruz ayudarían a la empresa a procesar este combustible y desarrollar una estrategia de transición energética para el SNR. La empresa debe estar preparada para enfrentar este cambio estructural con una visión de largo plazo. El éxito de PTRI dependerá de su habilidad para adaptarse a un mercado de petrolíferos más reducido y capacidad de explorar otros mercados como la petroquímica”, concluyó.

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