AMLO exige pruebas a quienes lo acusan de tener contubernio con el narco

Arturo García Caudillo

Agencia Libertad ANI (México, 3 de junio).- Se engalla el presidente Andrés Manuel López Obrador y responde a las acusaciones del octogenario político de izquierda, Porfirio Muñoz Ledo, quien lo acusó de tener un contubernio con el narcotráfico.

“Si tienen pruebas que las presenten, que dejen de calumniar. Es muy lamentable, vulgar, bajo, pero tampoco crean que me preocupa mucho. En primerísimo lugar porque estoy muy tranquilo con mi conciencia. En segundo lugar, porque es falso, completamente falso. Yo no establezco relaciones de complicidad con nadie, por eso puedo enfrentar a la mafia del poder, a los delincuentes dedicados a la violencia, a la delincuencia organizada y a la delincuencia de cuello blanco”, expresó durante la conferencia Mañanera en Palacio Nacional.

Y lamentó que haya sido Muñoz Ledo quien hiciera estas declaraciones, pues se conocen muy bien, de mucho tiempo atrás: “Es realmente muy corriente, muy vulgar todo esto. Lo lamento, porque, por ejemplo, el licenciado Muñoz Ledo me conoce muy bien y se atreve a sostener de que el gobierno tiene vínculos con el narcotráfico. Es un juicio sin fundamento, temerario”.

Sin embargo, dijo ser comprensivo y entender la situación por la que pasa el fundador del Partido Comunista, del PRD y de Morena, y por ello atribuyó sus dichos a la nostalgia, pero sobre todo a su edad, ya que Muñoz Ledo cuenta con casi 90 años.

“Y yo creo que es un asunto de nostalgia, y con todo respeto, pues de la edad. Por eso yo no puedo seguir una vez que se concluya mi periodo, porque lo peor que puede pasar en política es que haga uno el ridículo, y si uno tiene demasiado apego al poder o se encariña con el poder, pues puede cometer muchos errores”, externó pausado, como es su costumbre, y cuidando mucho sus palabras.

Pero como no fue sólo Muñoz Ledo quien lo atacara, sino también el priísta Francisco Labastida, la pregunta que lanzó al aire fue “¿con qué autoridad moral se atreve a hablar?” Y recordó que cuando se aprobó el fraude más grande en la historia de México, el Fobaproa, “el señor Labastida me trató de convencer de que yo aprobara el Fobaproa, cuando él era secretario de Gobernación de Ernesto Zedillo. Me invitó dos veces a cenar a su casa y la respuesta fue siempre la misma”.

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