Por: Arturo García Caudillo
Arturo García Caudillo Agencia Libertad ANI (México, 04 de octubre).- Los gritos se escuchaban gan alto como si se tratara de mercado sobre ruedas. El Pleno del Senado de la República se convirtió en un tianguis, donde la senadora del Partido Acción Nacional (PAN), Lilly Téllez, necesitó sólo de un cerillo para incendiar la tribuna al asegurar que los legisladores de Morena (sus ex compañeros de partido) se habían convertido en auténticas hienas, perras come croquetas y aliados corruptos del presidente López Obrador.
“Ustedes de Morena no van a votar como perros, por huesos y croquetas, ustedes van a votar como hienas por las sobras apestosas que les avienta el presidente que pudre todo lo que toca.
Asegúrense que AMLO (Andrés Manuel López Obrador) tome sus medicinas para sus achaques, porque lo quiero vivo para cuando la Nación mexicana le demande haber creado un estado narcomilitar”, expresó la ex conductora de Televisión Azteca.
El senador morenista y líder minero Napoleón Gómez Urrutia pidió la palabra, pero Téllez García se negó y aumentando el nivel de su voz expresó: “Siéntese, siéntese y cállese”, sentado y callado”.
Al tomar el turno, Gómez Urrutia, visiblemente molesto y con la cara roja, llamó a terminar con las provocaciones por el discurso de la senadora panista Lilly Téllez.
Después tocó el turno de la senadora Lilia Margarita Valdés, también de Morena, exigió respeto tras las agresiones y solicitó que se retractara: “No somos ni perros ni hienas, no estamos coludidos con el crimen organizado, que se retracte quien lo dijo. Que no utilice la tribuna para descargar sus fobias, traumas. Y exijo que se saque del orden del día esas palabras obscenas, pues viene a sacar toda la frustración que la vida le ha dado”.
Lucía Trasviña, una mujer de casi 70 años de edad, conocida por tener muy poco tacto, se plantó delante de Téllez para reclamarle airadamente. Movía los brazos amenazante. Entre ellas sólo estaba el atril y sin embargo, la panista ni se inmutó y por el contrario, reiteró sus dichos: “eres una corrupta, eres una corrupta”.
La extraña escena concluyó cuando la secretaria general de Morena, Citlali Hernández, fue a jalar a Trasviña para devolverla a su curul.
Los reclamos continuaron. Lilly Téllez criticó a sus ex compañeros de Morena y les recordó que en el 2019 cuando aprobaron la Guardia Nacional, se rasgaron las vestiduras para que la Guardia fuera un cuerpo civil, pero ustedes “son personas malas, son ustedes de Morena, son de mala entraña, son unos farsantes, porque la Guardia fue un fracaso personal de presidente Andrés Manuel López Obrador”.
Finalmente, lanzó un último reclamo: “Al ejercito le han encargado todo, menos combatir al crimen organizado, lo ha llenado de dinero a la elite, a los militares, y les ha afectado tanto poder, le ha asignado negocios, bancos, aduanas, aeropuertos, ferrocarriles, medicina. La élite militar se enriquece a manos llenas, con negocios. Y el soldado raso maltratado, lo traen como albañil, maltratado, lo traen en retenes abriendo cajuelas de las familias mexicanas, lo traen persiguiendo migrantes”.
López Obrador desprecia a los militares, concluyó, permite que a los soldados de México los insulten, les digan groserías, que los apedreen y los correteen los criminales: “Militarizar a la Guardia Nacional es prueba del fracaso en materia de seguridad del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. No puede Morena contra el crimen organizado, porque Morena es parte del crimen organizado. Han empoderado a las organizaciones del crimen organizado y México no tiene soberanía sobre gran parte del territorio nacional. AMLO no quiere asumir sus muertos y se los va a endosar al Ejército. La verdadera militarización es política”.
