*Sara Topelson, arquitecta de la UNAM, las periferias tienen malos servicios por este desarrollo desordenado
*En los últimos 50 años se ha dado un cambio significativo en la Arquitectura
*Necesario más áreas verdes para que se dé una mayor convivencia social
Por Adolfo Sánchez Venegas Agencia Libertad ANI (México 29 de enero de 2023).- Con 50 años como arquitecta, Sara Topelson expresó que la Ciudad de México así como otras metrópolis del país han crecido en los últimos años de forma anárquica, donde ahora se le da preferencia a los centros inmobiliarios y comerciales que ha provocado que las manchas urbanas crezcan sin orden y con problemas en la dotación de los servicios públicos.
Nacida en Polonia, la arquitecta llegó a México a los tres meses de edad, por lo que está nacionalizada mexicana. Realizó su carrera educativa y profesional en el país, estudió la carrera en la entonces Escuela y hoy Facultad de Arquitectura a los a17 años, con profesores como José Luis Benlliure y José Luis Ezquerra, señaló que por eso las periferias de nuestras ciudades tienen malos servicios, están sin pavimento y los recursos no alcanzan.
Aclaró que el tema no es de arquitectos sino de planeación y de responsabilidad municipal y no dar más permisos para centros urbanos, sino mejor construir hacia el interior de las ciudades y aprovechar los terrenos baldíos que están abandonados para levantar departamentos de interés social o en su caso parques o jardines donde la gente tenga la oportunidad de convivir.
Entrevistada por Agencia Libertad, la primera mujer que ocupo la presidencia de la Unión Internacional de Arquitectos 1996 -99 (UIA), comentó que en los últimos 50 años se ha dado un cambio significativo y sustantivo a esta profesión y que se ven desde los proyectos que realizamos hoy en día como en la enseñanza de esta carrera.
Hizo notar que no sólo la Ciudad de México sino la mayoría del país han crecido en los últimos 40 años en una forma anárquica. “Tenemos buenísimos urbanistas y planes excepciones y los pagamos para hacerlos, pero la mayoría de estos proyectos terminan en un librero y no se vuelven instrumentos de ley que es lo que deberían de ser”, agregó.
Cuando estuve en la Función Pública, recordó, “hice un libro que se llama La Expansión de la Ciudad de México y de otras ciudades donde analizamos como crecieron de 1980 a 2010”.
Un ejemplo de ello, continuó es la población de Monterrey que en esos 30 años creció 2.5 veces, lo que se llama bono demográfico, ya que al tener más gente el gobierno recibe más impuestas y puedes trabajar con ese bono, sin embargo, cuando la mancha urbana crece muchísimo más ya no es posible hacer una buena ciudad, porque se debe pavimentar más territorio, introducir servicios públicos de agua potable y drenaje, luz, seguridad, jardines y se vuelve insostenible.
En 1996 fue designada Mujer del Año; en 1998 recibió el Reconocimiento Caballero de la Orden de Artes y Letras de; Medalla Mérito Académico Universidad Anáhuac – 2000,
Premio Lorenzo H. Zambrano 2022 CEMEX, electa Premio Nacional de Arquitectura en 2021, comentó que eso es lo que nos ha pasado en la mayoría de las ciudades de nuestro país.
Por eso, alertó, las periferias de nuestras ciudades están mal servidas, sin pavimento, y los recursos no alcanzan.
Además, externo, ese tema no es de arquitectos es de planeación y de responsabilidad municipal y de otorgar permisos para que la mancha gris siga creciendo cada vez más lejos y no poder llevar servicios.
Por eso, consideró, que es mejor construir hacia el interior de la ciudad donde hay muchas oportunidades y capitaliza a la ciudad.
Entonces, continuó, este crecimiento exponencial no nos ha ayudado en México. La CDMX es un caso totalmente aparte porque está región está conformada por dos entidades, una de ellas la Ciudad de México y los diferentes municipios del estado de México que la rodean.
Hizo notar que la Ciudad de México de 1980-2010 no creció en población porque se nos atravesó el sismo del 85 y obligó a las autoridades federales a instrumentar un programa de descentralización para mandar a la gente a otras entidades y el territorio creció muy poco y en cambio el estado de México creció dos veces, pero las manchas urbanas como ocho veces, esa es la expansión que vivimos en la ciudad y como zona metropolitana nos afecta.
Comentó que ante esta situación los arquitectos deben conocer el problema e incidir en las recomendaciones de que haya una mayor densidad en la ciudad y que las obras arquitectónica se hagan hacia el interior.
La peor parte, dijo, es que se siga expandiendo dejando baldíos y territorios inutilizados por todos lados y el tema es que cuando hay terrenos grandes en las ciudades ya tienen servicios, pero también es fundamental platicar con la ciudadanía.
Fundadora de GRINBERG Y TOPELSON, señaló que en los últimos 50 años ha habido cambios significativos y sustantivos en esta carrera y que se ven tanto en los proyectos que realizamos hoy día como en la enseñanza de la arquitectura.
Los cambios, agregó, son sustantivos y visibles. Hace cinco décadas los estudiantes dibujaban el proyecto y se tenía una clase para ello. “Una materia que hoy ya no hay era dibujo al desnudo donde se aprendía las proporciones del cuerpo humano y como las proporciones del cuerpo humano después tienen un reflejo en las proporciones de nuestras obras arquitectónicas.
Explicó que como el cuerpo humano es el rector del dimensionamiento físico y emocional de los espacios y hoy ha cambiado ya que los jóvenes que estudian arquitectura casi no dibujan cambiaron todo a las máquinas y a las computadoras, así como a los programas nuevos.
Esto, abundó, es un cambio sustantivo de la enseñanza de la arquitectura aunque muchas universidades abogan por que en el primer año trabajen con la mano, porque todos sabemos que el hacer un proyecto, un texto o escrito va de la mente a la mano.
“La mano escribe y luego la maquina captura. Un escrito es más fácil porque lo van capturando en la computadora pero un dibujo se requiere ir y venir. “Hicimos para el Centro Cultural Mexiquense Anáhuac de la Universidad Anáhuac, el cual requirió ir y venir rectificar y todas estas rectificaciones las hacemos a mano y luego las pasamos a la máquina.
Insistió que también ha habido un cambio sustantivo en la forma de enseñar. “Esto no quiere decir que hoy no haya arquitectos de gran calidad y los jóvenes vienen empujando con proyectos magníficos y con una visión renovada importante.
También, continuó, ha cambiado la forma de construir y concebir los edificios. “Hoy hay más tecnologías, se ha perfeccionado toda la tecnología del concreto, del concreto armado, hidráulico, hiperesistente y tenemos concretos blancos que antes no había todos eran grises y actualmente hay de colores; en materia de acero también la producción se ha vuelto mucho más tecnificada y hay muchas opciones de estructuras mixtas de acero y concreto que funcionan maravillosamente bien.
Además, dijo, ha habido un desarrollo enorme en el vidrio. “Hay vidrios reflejantes, absorbente y térmicos, la diversidad es enorme y esto a los arquitectos nos da una gran oportunidad de proyecto muy importante y de jugar con las formas de los edificios”, aseveró.
¿Reconstruir vecindades?
“Hay que renovar las que están abandonadas. Ahí hay oportunidad para vivienda de interés social y los arquitectos están preparados para ello”.
¿Edificios de 40 pisos, ya que después del sismo del 85 se saco un proyecto de que no se permitirían edificios de más edificios altos y ahora vemos enormes construcciones enormes?
“Nuestro reglamento de construcción es uno de los más estrictos de todo el mundo comparable con el de San Francisco, Estados Unidos; Tokio, Japón. El nuevo reglamento de 1986 se revisó y es muy severo el cual permite construir edificios de 30 o 40 pisos como se hacen en otras ciudades.”
Estableció que es necesario ampliar las zonas verdes en las grandes metrópolis y los espacios para que haya una mayor convivencia entre las personas.
