Por Luis Galindo Agencia Libertad ANI (México, 16 de noviembre de 2022).- El superar los roles tradicionales del género sexual desde la infancia, es lo que aborda el libro bilingüe “Yo luchadora”, de la escritora estadounidense Patricia Carlos Domínguez, que también es un homenaje a los artesanos de la cartonería de Guanajuato.
“Es una historia que relata la experiencia de la niña Clarita, en medio de un taller artesanal de Celaya, a cargo de la maestra Rendón, quien les narró todo el origen de la cartonería y de las bellas muñecas Lupitas”, explicó la autora y directora de teatro Carlos Domínguez, en entrevista con la Agencia Libertad.
En esa introducción se detalla que durante el siglo XIX había muñecas de porcelana, pero no todas las familias de México podían tener una, por lo que una señora de Celaya, Guanajuato, inventó las Lupitas para que todos pudieran tener una a bajo costo.
La directora y productora, quien radica en la ciudad estadounidense de Chicago, agregó que la maestra Rendón impartió la clase que, para sorpresa de los infantes, ellos mismo podrían pintar y decorar y conseguir un luchador para los niños y Lupitas para las niñas.
En ese taller se encontraba Clarita, quien recibió de manos de la maestra una Lupita, pero ella le pregunta si no había luchadoras para mujeres, ante lo cual la profesora se quedó sorprendida y le respondió que sí había, por lo que le dio un muñeco.
Clarita empezó a trabajar su luchador pintándolo, no de color rosa, sino verde como una rana y amarillo como el Sol, y empezó a decorarlo. En ese momento la maestra recordó que ella no podía jugar con juguetes de su hermano, ni a subirse a un árbol, pero que hoy en día las niñas puedan hacer lo que quieran.
Al ver la carita de la niña, la maestra le obsequia una capa para su luchador, por lo que ella le agradece, y en ese momento la niña le dice que su abuelita no estudió y se dedicó a la cartonería, en cambio su mamá se especializó en enfermería.
A lo que lleva el libro “Yo luchadora” es a reflexionar sobre la necesidad de romper la barrera de los roles del género y que la educación empieza en casa, donde el niño debe respetar a su hermana o compañeras de su escuela.
