Por Adolfo Sánchez Venegas
*Moreno Cárdenas esta pagando el error de haberse acercado al Presidente y a Morena
*Debe recuperar la confianza de los priistas que lo ven ya como un obstáculo para que el PRI pueda avanzar
*No le debe tener miedo a López Obrador y dar a conocer a la población de que el Presidente fue un priista resentido, de segundo nivel y de que no pudo ser gobernador de Tabasco
*Monreal Ávila otro escollo para aprobar la reforma electoral
Alejandro Moreno Cárdenas, dirigente nacional del PRI, está pagando el precio de haberse acercado al Presidente de la república y a Morena, así como a sus dos remoras que son el PT y el Verde Ecologista de México, al haber permitido que la diputada Yolanda de la Torre presentará una iniciativa en donde proponía que se ampliará la presencia del Ejército en las calles hasta el 2028 y que ya fue promulgada hace algunos días.
El domingo pasado el priista sintió en carne propia el repudio de los ciudadanos quienes se han sentido traicionados por la postura que ha asumido recientemente el líder del Revolucionario Institucional.
Los mexicanos están dolidos y cansados de las traiciones de los representantes de este partido, quienes apenas escuchan alguna alabanza o cierto reconocimiento de López Obrador, se les olvida de inmediato todos los calificativos que en su momento les lanzó el inquilino de Palacio Nacional.
El canto de las sirenas gubernamentales los ha convencido y han aceptado los nombramientos que les ofrece López Obrador, sin que les interese el daño que le hacen a su partido. Han tirado al bote de la basura los principios y postulados del partido que gobernó bien o mal este país por cerca de 70 años.
Ahora algunos ex gobernadores priistas son embajadores o ocupan algún consulado en Europa, sin importarles el daño que le hacen a su partido y a la gente que confió en ellos.
El ex gobernador de Campeche no ha podido detener el desplome de su partido y sigue sin escuchar la voz de la militancia, sólo escucha la suya o la de sus amigos y compadres y el costo lo ha pagado, la mayoría de la gente lo desprecio y eso lo pudo palpar en carne propia cuando entro a un restaurante a tomar un café, de inmediato se escuchar los gritos de traidor, de haberse vendido al gobierno de obrador y de haberse doblado ante la 4T.
Sus palabras no fueron escuchadas por los comensales. Los ciudadanos se le acercaban y en su cara le decían “vendido o corrupto”. Los que lo acompañaban, como el caso de Rubén Moreira Valdez guardaban silencio o apenas balbuceaban algunas palabras para tratar de convencer a esa gente que se ha sentido traicionada y que sufre los abusos de la 4T y de un hombre mediocre y gris que esta llevando al país al despeñadero.
Las palabras y compromisos que ha asumido Moreno Cárdenas en los últimos días de que va a defender al Instituto Nacional Electoral nadie se las cree, ni sus más allegados colaboradores, porque saben perfectamente que tiembla ante el primer grito del tabasqueño y que cambia de opinión de inmediato.
“Alito” que no significa nada políticamente debería escuchar y sentarse para escuchar la voz de aquellos priistas que saben cuales son las flaquezas y corruptelas de López Obrador y sus hijos, así como de sus más allegados como son Claudia Sheinbaum Pardo que de ser una estudiante “grilla” obtuvo de la noche a la mañana un espacio académico en la Universidad de California, gracias por haber militado en el CEU que lidereaban Carlos Imaz Gispert, Antonio Santos, así como Imanol Ordorika.
También conocen la trayectoria de aquel priista que no pudo encabezar la primera Asamblea de Representantes del Distrito Federal y que ahora viaja por todo el mundo promoviendo su candidatura a la Presidencia de la república, Marcelo Ebrard Casaubón y que tuvo que ser rescatado por otro militante del PRI, Manuel Camacho Solís y que juntos buscaron formar un partido político sin lograrlo, ya que no alcanzaron el mínimo de votos para obtener el registro y prefirieron ser segundones de López Obrador.
Del encargado del despacho de la Secretaría de Gobernación, porque ni ha secretario llega y que sólo lo conocen por su nombre, Adán Augusto López Hernández y que paso sin pena ni gloria por la gubernatura de Tabasco y que en el PRI de esa entidad sólo ocupo cargos de segundo o tercer nivel, sólo escucha las ordenes de López Obrador. Nadie lo conoce y pocos saben de él porque sólo repite los mismos calificativos que dice su jefe en contra de la oposición, de los empresarios, intelectuales, clase media y de los mexicanos que cuestionan sus propuestas.
El PRI todavía tiene cuadros y estructura en todo el país, lo único que le hace falta es acercarse a la gente, escucharla, conocer sus necesidades y atenderlas. Moreno Cárdenas debe dejar de pensar en la Presidencia de la república y rescatar a su partido, pero sobre todo quitarse el miedo que le tiene al supuesto jefe del Ejecutivo Federal.
Jugarse el todo por el todo, recuperar la confianza de los priistas que se han alejado del partido y que andan sin rumbo y están a la espera de un verdadero liderazgo para que el PRI salga de esa mediocridad y le haga realmente contrapeso a Morena y López Obrador, con iniciativas propias e innovadoras para rescatar a este país del estancamiento en el cual se encuentra desde hace cuatro años.
También debe acercarse al PAN, al PRD y Movimiento Ciudadano, así como con los líderes de organizaciones sociales para convencer a dos hombres que pueden ganar la Presidencia de la república en el 2024. José Woldenberg y Lorenzo Córdova.
Es el momento de hacer a un lado caprichos y posturas personales y pensar en el país, así como en el futuro y bienestar de las próximas generaciones.
Cambio de papel
Que interés tiene el ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Juan Luis González Alcántara Carrancá de prohibir la colocación de nacimientos o cualquier otro adorno o signo alusivo a la religión en espacios públicos y pagados con recursos del erario, cuando en el país hay otros problemas de mayor importancia como es el de la inseguridad, la pobreza, la corrupción gubernamental, la impunidad y el desempleo entre otros temas.
También está el tema de como el Poder Judicial está perdiendo autonomía y sede a los caprichos y ordenes de López Obrador, quien al ver que no son acatados se lanza en contra de jueces y magistrados a quienes califica de corruptos y vendidos a la delincuencia organizada y a los hombres de cuello blanco.
El ministro Alcántara Carrancá nos quiere llevar de nueva cuenta a una guerra cristera al prohibir la colocación de nacimientos en edificios públicos. Se le olvida que más del 80 por ciento de los mexicanos son católicos y que casi el 99 por ciento son guadalupanos. Sólo falta que elimine la celebración del 12 de diciembre.
La cuenta regresiva en la Cámara de Diputados ya inicio y sólo quedan alrededor de 30 días para que Morena y sus remoras elaboren el dictamen de la reforma electoral y lo presenten ante comisiones y posteriormente ante el pleno.
Ignacio Mier Velasco, presidente en turno de la Junta de Coordinación Política, tiene la orden de su jefe de no hacerle ninguna modificación a la iniciativa que envió López Obrador para desaparecer al INE y crear al membrete que quiere manejar a su antojo. Además, requiere de las dos terceras partes de la Cámara de Diputados para que se apruebe su capricho.
Pero ahora le surgió al Presidente un rival incomodo en el Senado de la república y ese es Ricardo Monreal Ávila, quien afirmó que en este cuerpo legislativo se va a analizar con seriedad la reforma electoral y que no se va a aceptar línea de nadie. La única manera de quitárselo de encima es que lo desconozcan como coordinador de Morena y nombrar a otro que cumpla sus órdenes.
El tiempo ya está en su contra y no encuentra la forma de convencer a los partidos de oposición, sobre todo, ahora que Alejandro Moreno Cárdenas, se comprometió a que el PRI iba a votar en contra de esta propuesta.
Posponer la discusión de esta iniciativa tan descabellada para el siguiente periodo ordinario de sesiones que inicia en febrero de 2023 y concluye el 30 de abril, Morena y sus aliados se estarían dando un balazo en su propio pie o colocarse la soga al cuello, ya que durante ese tiempo los legisladores estarían más preocupados por las elecciones de Coahuila y Estado de México y de quienes podrían ser los precandidatos a la Presidencia de la república para el 2024.
López Obrador empieza a ver con preocupación y alarma que su intención de desaparezca el INE y surja su membrete, se podría quedar en el aire, ya que en octubre de 2023 inicia el año electoral y de acuerdo a la Constitución ya no se puede presentar una reforma en la materia.
