Preocupa al Papa enfrentamiento entre la iglesia católica y Daniel Ortega

Redacción Agencia Libertad ANI (Ciudad de El Vaticano 21 de agosto).- El Papa Francisco pidió este domingo un diálogo «abierto y sincero» para resolver el enfrentamiento entre la Iglesia y el gobierno en Nicaragua, tras la detención de un obispo que es uno de los principales críticos del presidente Daniel Ortega.

Asimismo, expresó su «preocupación» por las crecientes tensiones entre el gobierno de Nicaragua y la Iglesia católica, dos días después de la detención del obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, crítico del mandatario nicaraguense.

«Sigo de cerca con preocupación y dolor la situación creada en Nicaragua, que implica a personas e instituciones,» dijo el Pontífice tras la oración del Ángelus.

Francisco expresó su «convicción y esperanza de que a través de un diálogo abierto y sincero se puedan encontrar aún las bases para una convivencia respetuosa y pacífica».

El Papa hizo sus primeros comentarios sobre la crisis en el país centroamericano, donde en los últimos meses las autoridades han detenido a sacerdotes y otros religiosos se han exiliado, ante peregrinos y turistas en la Plaza de San Pedro para su bendición semanal.

En su homilía no mencionó específicamente la detención del obispo Rolando Álvarez de Matagalpa, en el norte del país, dijo que seguía la situación en Nicaragua «con preocupación y dolor» y pidió oraciones por el país.

Quiero expresar mi convicción y mi deseo de que, a través de un diálogo abierto y sincero, se puedan encontrar las bases para una convivencia respetuosa y pacífica», dijo su Santidad.

Rolando Álvarez, crítico del presidente nicaragüense Daniel Ortega, fue detenido el viernes y trasladado a su residencia familiar en Managua donde permanece privado de libertad, en el último episodio del enfrentamiento entre el gobierno y la Iglesia católica.

La policía precisó que tomó la decisión de trasladar a Álvarez debido a que persistía en sus actividades «desestabilizadoras y provocadoras».

Álvarez, de 55 años, estaba sitiado en la curia de Matagalpa por la policía desde el 4 de agosto en el marco de una pesquisa por «organizar grupos violentos» e incitar al «odio» para «desestabilizar al Estado de Nicaragua».

El obispo había denunciado el cierre por parte de las autoridades de cinco emisoras católicas y había reclamado al gobierno de Daniel Ortega respeto a la «libertad» religiosa.

Add a comment

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *