Arturo Garcia Caudillo Agencia Libertad ANI (México, 24 de junio).- Molesto por las críticas ante las cifras tan altas en la incidencia delictiva, particularmente del homicidio doloso, el presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró que está convencido de que está haciendo lo correcto y que no cambiará su estrategia de combate a la inseguridad.
“Y hasta se burlaron y lo siguen haciendo, cuando dije y repito, abrazos no balazos. Podrá llevarnos tiempo pacificar al país, pero la fórmula más segura es atender el fondo. Por ejemplo, no olvidar a los jóvenes, no dejarlos sin opciones de estudio y trabajo para evitar que sean enganchados por la delincuencia, a cambio de dinero, fama o lujo barato. De modo que la verdadera confrontación con los jefes de las bandas, la real y profunda, la importante, es evitar que se lleven a los jóvenes y dejarlos solos sin un ejército de reserva para delinquir. Esta es nuestra estrategia. La he escrito y la voy a defender. La tengo probada, la paz es fruto de la justicia”, expresó, apoyándose para hacer esta aseveración, en la lectura de su libro A la Mitad del Camino.
Insistió en que recibió la actual administración con los índices delictivos más altos de la historia, y que poco a poco ha logrado un descenso. Sin embargo, la crítica mayor fue en contra de sus antecesores, particularmente en contra del ex presidente Felipe Calderón, pues durante su gestión se duplicó el número de asesinatos.
“¿Cuántos homicidios había cuando él entra, y cuántos deja? Ese es el dato. Empieza en 10 mil en 2007, y se va en el 12, 25 mil 900. De 10 mil a 25 mil, más del doble. Entra Peña y de 25 mil pasa a 36 mil, y así nos lo deja. Y de 36 mil a 33 mil el año pasado y yo espero que aquí, este año baje más. Pero eso no lo ven. Así no se analiza. Se dice que hay más violencia que nunca, en homicidios. Si vemos secuestros hemos bajado el 65 por ciento. Entonces están muy molestos pero tienen que irse acostumbrando”, señaló, con su sonrisa socarrona de siempre.
Después tocó el caso particular de los asesinatos de los dos sacerdotes jesuitas en Chihuahua, asegurando que el Papa Francisco sí lo entiende, porque “lamenta la violencia, cuestiona el que haya violencia, pero dice que la violencia no es el camino y eso no ayuda. Aborda este grave asunto, pero sabe lo que estamos haciendo, está informado”.
