Christian Toledo Angüis
“Entonces, les dijimos que tengan confianza, que está garantizada su inversión, que tienen garantizado su permiso, su concesión y que además van a tener utilidades razonables y garantizada la venta de todo el petróleo…”
“Entonces, les dijimos que tengan confianza, que está garantizada su inversión, que tienen garantizado su permiso, su concesión y que además van a tener utilidades razonables y garantizada la venta de todo el petróleo…”
Dijo el Presidente López Obrador en relación con las inversiones extranjeras petroleras en México. Específicamente en la mañanera del pasado día 03 de junio de 2022.
Además, añadió que se reunió con el embajador de Estados Unidos Ken Salazar y con los “gerentes de las empresas(petroleras)”, señalando que en casi todos los asuntos hubo acuerdo.
Inclusive, refirió que con una de las empresas se llegó a un compromiso de inversión de alrededor de tres mil millones de dólares. Como anécdota, señaló que el dueño de dicha empresa (New Fortress Energy) era además propietario del equipo de la NBA los “Bucks” de Milwakee.
No muchas horas después, el 5 de junio las acciones de New Fortress Energy ($NFE) tocaron un precio máximo de las últimas 52 semanas en $51.43 dólares por acción.
No cabe duda de que contrario a los que muchos pueden pensar, no se ve en el horizonte cercano una restricción importante a la inversión extranjera directa en México en materia petrolera.
Esto no es obra de la casualidad, sino que pasa por múltiples factores.
En primer lugar, los analistas coinciden que el manejo de los indicadores macroeconómicos ha sido casi impecable por parte de todos los que han ocupado las carteras de la Secretaría de Hacienda y el Banco de México en este sexenio.
Además, con la situación económica actual en México, no nos podríamos dar el lujo de rechazar una inversión del exterior, cualquiera que esta sea.
Por último, el puntual trabajo del embajador Ken Salazar ha sido un factor determinante en el manejo político de la inversión extranjera en México, obviamente haciendohincapié en la inversión estadounidense en nuestro país.
Bajo este contexto, se antoja difícil que exista una nueva intentona por parte de Morena y sus aliados de buscar unareforma constitucional en materia petrolera, tal y como se trató de hacer con la industria eléctrica. Parece ser que el tema de la regulación petrolera en nuestro país quedará intocado de aquí al 2024, al menos.
Definitivamente esto denota que la industria eléctrica y la petrolífera tienen similitudes, pero también diferencias profundas.
La principal diferencia pasa por que distintos Gobiernos y grandes corporaciones de alrededor del mundo tienen interés en que el mercado petrolífero mexicano funcione, y que funcione lo mejor posible y durante muchos años más.
Esto muy a pesar de las voces de la izquierda radical que pretenden una “segunda expropiación petrolera”.
Y de John Kerry y el “lobbying verde”.