El futuro se percibe por olvido de lo que aprendimos en Pandemia de COVID-19: experto de la UNAM

*El COVID-19 ha sido una contingencia social, sanitaria y global

*La recuperación podría tardar una década

*Advierte que es necesario mantener precaución e higiene, de etiqueta respiratoria

*Debemos estar prevenidos porque van a venir otros virus

Por Elizabeth Rodríguez Mora

Agencia Libertad ANI (México mayo).- El Coordinador de la Comisión de Atención a la Contingencia COVID-19 de la UNAM, doctor Samuel Ponce de León, advirtió que lo que se percibe en el futuro es el olvido de lo que hemos aprendido al enfrentar la pandemia del COVID-19.

En entrevista con la Agencia Libertad apuntó que la comisión que coordina está enfocada en lo que va a suceder en el futuro inmediato, “no es una comisión que se dedique hacer investigaciones, sino hacer evaluaciones, análisis y construir escenarios, así que estamos viendo que es lo que hay que ir preparando para en el futuro a corto y mediano plazo”.

El experto planteó que en nuestro país, y en el mundo en general, la iniquidad ha marcado la gravedad de la situación, como la pérdida de empleos, la gente se quedó con deudas, además, mucha gente tuvo que cerrar sus negocios. “Terrible, ha sido malo y difícilmente esto se va recuperar en pocos años, quizá nos vaya a llevar una década”.

“Calculaban ya unas agencias internacionales que estos impactos van a durar varios años, y esto es en todos estos rubros: economía, educación, quizá educación básica es una de las áreas más gravemente afectadas, aunque en todos fue grave, no hubo área que no fuera afectada por esta epidemia”.

A pregunta expresa de ¿cómo se percibe el futuro más cercano? Respondió que la gente va a ir olvidando lo que hemos aprendido, por lo que necesariamente sería ideal que pudiera mantenerse un nivel de alerta ante la posibilidad de infectarse, “insisto, el virus está aquí”.

Además, alertó que va haber otros nuevos virus,” vamos a enfrentar situaciones parecidas en algún otro momento, deberíamos de mantener precauciones de prevención, de higiene en general, de etiquetas respiratorias, de usar cubrebocas en épocas invernales, en viajes, es algo que tenemos que empezar a valorar y revisarlo cotidianamente”.

También señaló que se requiere establecer mejores canales de comunicación en nuestra sociedad y evitar la poralización y buscar, no solo encontrar alguna situación en donde el punto de vista de uno no es necesariamente mejor que el otro, pero se desdibuja la comunicación completamente en función de esto.

“Hay elementos que tenemos que ir reflexionando y aprendiendo, y ojala y nos podamos incorporar pronto a nuestra vida cotidiana, pero lo más probable, desafortunadamente, como ha sucedido en experiencias pasadas, es que en poco tiempo hayamos olvidado lo mucho que aprendimos en esta temporada”, insistió.

El médico cirujano por la UNAM dijo que tenemos que entender que nuestro escenario hoy es completamente diferente al de 2019, porque seguiremos compartiendo, desde principios del 2020 y en el futuro hasta donde podamos vislumbrar, coexistir con este nuevo virus de SARS-Cov-2, que en ocasiones va a dar más problemas que en otras, saber que seguramente ira disminuyendo su intensidad en la gravedad de infección.

“Lo que sigue permanente es que sigue causando infecciones y sigue causando muertes”, afirmó, y recordó que los golpes que dio la pandemia en la salud, economía, en la sociedad fueron muy duros, incluso apuntó que no tiene elementos para decir donde causó más daños y menos para cuantificarlos y hacer una comparación.

“Fue terrible desde luego en el sector salud, de acuerdo al número de casos de infectados, más de 5 millones, casos de hospitalizados, casos de muertes, más de 300 mil, casos de afección con consecuencias posteriores al COVID-19, que se llama post Covid; casos de problemas de salud mental, entre los que tuvieron COVID y no lo tuvieron, ha sido muy grande la afección de la población en temas de ansiedad, angustia y depresión, muy complicado”.

Ponce de León precisó que la pérdida más grave ha sido las que tuvieron las familias por las limitaciones económicas y sociales; pero, quienes han sufrido los golpes más duros en todos los ámbitos han sido los más pobres.

“Son dos años con cuatro meses de pandemia y el balance más general tendría que empezar señalando que esta no ha sido una contingencia sanitaria, es una contingencia social, globa; ha involucrado todos los aspectos de nuestra sociedad y, sin embargo, la respuesta estructurada se dio a partir de las instituciones de salud”.

“Debería decir, como primer punto del balance, que todas las demás áreas que tuvieron haberse involucrado oportunamente desde el principio en tratar de superar una respuesta no lo hicieron y estoy hablando de educación, de economía, de turismo, de comunicaciones, todos ellos se quedaron estáticos viendo cómo salud plantea una respuesta”.

También dijo que un segundo comentario es que evidentemente en esta suerte de evaluación anticipada, “y digo anticipada, porque la pandemia no se ha terminado, vale la pena comentar que no hay ninguna posibilidad de que alguien presente buenos resultados, estos son malos resultados desde cualquier punto de vista y ante cualquier tipo de respuesta que ha podido establecer”.

Dijo que desafortunadamente las opiniones fueron poralizadas a los largo de la contingencia tanto de científicos como líderes de opinión y las decisiones técnicas que se plantearon “todo queda aparentemente fuera del correcto canal de algunos opinadores”.

“Esto es particularmente malo, porque obscurece la posibilidad de comunicar con corrección a la población el tema que era central, la gravedad de la epidemia, la necesidad de una participación colectiva muy coherente y que tuvieran el beneficio de que el gobierno, a través de sus instituciones, estaba dando una respuesta correcta”, resaltó.

“En mi perspectiva se hizo un gran esfuerzo que han redundado en resultados que de ninguna manera yo puedo dar como buenos, pero que son los que están, y que obedecen en parte al Sistema de Salud que teníamos al momento de la pandemia, al momento que inicia, que era uno de los Sistemas de Salud más pobres de nuestro continente, para no ir más lejos”, señaló.

Finalmente, apuntó que en función de todo esto se ha construido una respuesta que hoy tiene casi culminando una gran campaña de vacunación con casi 200 millones de dosis aplicadas, y con una población que puede empezar a reasumir sus actividades ya casi de manera normal.

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