Arturo García Caudillo
Agencia Libertad ANI (México, 7 de junio).- Aunque a cada quien corresponde hacer el análisis sobre la forma en que hizo campaña y las propuestas para el futuro del país, incluso Morena debe darse cuenta que sus triunfos del domingo pasado, particularmente en tres entidades, no cuentan con la legitimidad del voto ciudadano, dado que fue la abstención la ganadora, asegura el coordinador del PRI en la Cámara de Diputados, Rubén Moreira.
“Yo creo que cada partido tiene que hacer su reflexión. Morena tiene una que hacer: el abstencionismo. Será que lo está abandonando ya, la población, y todavía no ha decidido dar el brinco hacia nosotros, pero Morena va a gobernar en sus estados sin tener ni siquiera el 50 por ciento de los electores. Eso debería ser una reflexión seria para todos. A nosotros nos toca hacer la nuestra, y empezar a apuntar las cosas que cada uno dentro de un partido cree que fueron los motivos de los resultados. Pero esto no es cuestión de estado de ánimos, esto no es futbol. Esto es tener decisión”, aseguró el también presidente de la Junta de Coordinación Política en San Lázaro.
Y es que en Oaxaca y Quintana Roo el porcentaje de participación ciudadana no llegó ni al 43 por ciento; mientras que en Hidalgo, donde tampoco votó más allá de la mitad de los electores, ganaron gracias a una ola producto de la popularidad del Ejecutivo Federal.
Moreira Valdez se detuvo un instante para hacer una reflexión sobre Hidalgo, donde la elección, explicó, fue bastante irregular: “Tuvimos la mejor candidata, la mejor campaña. Me gustaría equivocarme en lo que voy a decir, porque yo quiero mucho al estado de Hidalgo, pero eso va a terminar mal. Escogieron a una persona que no tiene el liderazgo que requiere esa entidad, que no va a tener la forma de enfrentar los grandes retos, que no hizo campaña, que triunfó porque está subida en una ola que es respetable, pero que no es el liderazgo que requiere Hidalgo”.
Insistió en que la celebración de Morena fue opacada por el abstencionismo, y que las críticas del presidente y su séquito son sólo eso, deseos y no la realidad: “Esos son los deseos de ellos, la realidad es otra. La realidad es que el abstencionismo fue el que triunfó. Los que hoy van a gobernar no traen los porcentajes necesarios de legitimidad. Claro que salen a tirar cuetes porque les favorecieron los números finales, pero el resultado es para entrar a un proceso profundo de recepción”.