Conflicto Rusia-Ucrania y disputa China-EU marcan agenda del Foro Económico Mundial

*Afortunado que México se distancie del compromiso político adoptado en la cumbre: académico de la UAM

Por Redacción Agencia Libertad ANI (México 20 de enero de 2023).- En el concierto internacional se libran dos conflictos importantes: en términos político militares, la guerra Rusia-Ucrania y en el plano geoestratégico de carácter económico se desarrolla la batalla Estados Unidos-China, que se dirime en las definiciones de reformas normativas e institucionales por la gobernanza económica mundial, indicó el doctor Leonardo Federico Manchón Cohan, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

En ese contexto se desarrolla el Foro Económico Mundial (FEM) en Davos, Suiza, que reconoce las complejidades de la economía mundial, si bien no hay una perspectiva muy optimista formulada, es importante que los miembros están implicándose en consideraciones de problemas políticos relevantes internacionales que tradicionalmente no se han considerado en la citada cumbre.

En torno la ausencia de México en el encuentro global, el académico del Departamento de Producción Económica de la sede Xochimilco considera que la percepción del país al mantener una actitud de reconocimiento y respeto del proyecto de instituciones desarrolladas por las naciones emergentes es una política que procura lograr una capacidad de mayor influencia en el proceso de regionalización norteamericano.

En entrevista, explicó que México está teniendo resultados positivos desde el punto de vista de las sanciones a China y de promoción de la reubicación productiva estadounidense, de la cual “nuestro país puede beneficiarse a través de un desarrollo mayor de la producción industrial para atender el mercado del norte del continente, aunque tiene una capacidad política menor en el proceso de integración en la región.

“Nuestro país busca, con buen criterio, mantener relaciones políticas cordiales con el resto de las naciones de América Latina y las emergentes o en vías de desarrollo, pero no sabría decir cuál es la posición de la política exterior respecto del Foro”.

En tanto, “es afortunado que México tome distancia del compromiso político que adopte el Foro en beneficio de la preservación de la capacidad de lo que los rusos llaman el ‘occidente global’, para definir el comportamiento de la economía del mundo”, detalló el investigador.

“México está jugando en forma adecuada ante su situación vinculada intensamente al desarrollo estadounidense con un alto grado de dependencia y con una baja capacidad política para determinar el proceso de integración de la nación norteamericana”, abundó.

Para el investigador en temas de la globalización y regionalización económica, el país busca fortalecer esa capacidad política mediante una preservación de relaciones con todas las naciones del mundo y, al mismo tiempo, no comprometerse en la utilización de foros multilaterales, como el FEM, aunque sea de carácter privado, que adoptan políticas de apoyo al occidente global respecto de los estados emergentes.

Sobre las perspectivas de la economía mundial, dadas las condiciones geoestratégicas a nivel económico y político militar, es posible vaticinar “que tendremos un año de disminución más o menos generalizada de la producción con un aumento de la inflación, como ha venido ocurriendo el año que terminó”.

En general, la reunión multinacional se ha atenido a temas económicos, pero también se han planteado asuntos muy relevantes de carácter político, lo que denota un cambio en la utilización de encuentro para considerar aspectos importantes a nivel internacional, no sólo de carácter económico.

El orbe ha alcanzado una capacidad productiva en la que es muy difícil prescindir de los vínculos económicos; “en estos momentos no es posible una reversión de la organización productiva mundial, el tema es la disputa para definir las nuevas instituciones y las normas multilaterales, cambios que pueden durar bastante tiempo, si bien ahora estamos viviendo esa transición”, asentó el académico.

En la crisis de los años treinta del siglo pasado ocurrió una desglobalización perdurable que terminó con la Segunda Guerra Mundial, pero ahora es complicado que eso ocurra, salvo el caso de un conflicto nuclear estratégico, “con el cual llegaríamos a uno de los límites existenciales por la capacidad de las potencias nucleares”.

Ahora el tema es la organización de las relaciones internacionales sobre una modificación significativa de las capacidades económicas de los países en el mundo, como dijo un economista hace 20 años: “hubo un proceso de capacidad de las naciones menos avanzadas de ponerse en condiciones de competir con las viejas economías poderosas”.

China fue ejemplo al desarrollar condiciones para competir con la potencia económica que se supuso hegemónica a partir de la caída del muro de Berlín y la implosión soviética, situación que ha provocado que el proyecto de política exterior en el ámbito económico de Estados Unidos busque a través de sanciones económicas y medidas proteccionistas evitar ser desplazado de la primacía, pero no de la hegemonía del sistema de la gobernanza económica global.

“Hay una disputa por la institucionalidad, por la formación de organizaciones que sean representativas de la nueva situación donde ya no son EU y Europa los que están en condiciones de decidir cómo van a ser las organizaciones y las normas internacionales, sino que hay capacidad de China y su política de incorporar a países que fueron viejas colonias de Europa o naciones sometidas a la política estadounidense, entre ellos India”.

La capacidad política de gestionar y la suficiencia productiva de países de mil 400 millones de habitantes son factores de poder relevantes que les permite no someterse a las decisiones de las viejas potencias occidentales, concluyó Manchón Cohan.

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