*Artista versátil en radio, televisión, cine y el teatro fue su gran pasión
*Fue pieza clave de la época de oro del cine mexicano
*Presentaba insuficiencia renal, cardíaca y pulmonar; fue hospitalizado de emergencia el 6 de marzo.
Por Redacción Agencia Libertad ANI (México 12 de marzo de 2023).- Ignacio López Tarso murió en la Ciudad de México a los 98 años de edad, el primer actor llevaba una semana hospitalizado a causa de una neumonía y una oclusión intestinal.
El protagonista de “Macario”, pieza clave de la Época de Oro del cine mexicano, de la televisión pero sobre todo, del teatro, su gran pasión, padecía insuficiencia renal, cardíaca, y pulmonar, estuvo semiinconsciente las últimas horas de su vida.
El Gran Ignacio López Tarso se despide de los escenarios con un largo aplauso, de pie, mientras cae el telón de la historia de su vida.
Actor teatral y cinematográfico considerado como uno de los más importantes de la escena mexicana del siglo XX.

Nació en la Ciudad de México, el 15 de enero de 1925; su primer acercamiento al mundo artístico fue a los 8 años de edad, cuando fue llevado por sus padres a ver una función de teatro de carpa.
Nacido en una familia de escasos recursos, su única forma de acceder a la educación fue entrando al Seminario Menor de Temascalcingo (Edomex). Allí, un seminarista llegado de Estados Unidos creó un pequeño grupo de teatro para representar obras religiosas y López Tarso fue de los primeros en alzar la mano.
Poco antes había visto alguna obra con su familia, pero a los 13 o 14 años conoció, por primera vez, lo que era actuar, pisó por primera vez un teatro del pueblo, conoció sus entrañas y supo de las muchas formas en las que el público agradece una obra que lo conmueve.
Hizo autos sacramentales como «El Mágico Prodigioso», de Calderón de la Barca, y «El divino Epitalamio», de Francisco Juberías.
Actualmente, el teatro de Temascalcingo, donde actuó por vez primera, lleva su nombre.
Años después, ya como actor profesional y miembro del Teatro Clásico Español en México, López Tarso actuó de nueva cuenta en «El Mágico Prodigioso» y «El divino Epitalamio».
A los 24 años, en 1949, ingresó a la Escuela de Teatro de Bellas Artes y tuvo entre sus maestros a Xavier Villaurrutia, Salvador Novo, Celestino Gorostiza, Clementina Otero, Fernando Torre Laphane y Francisco Monterde.
Perteneció al grupo Teatro Estudiantil Autónomo dirigido por Xavier Rojas.
En los últimos años, las únicas quejas del protagonista de “Macario” eran no poder escuchar bien las obras de teatro a las que asistía o los achaques que lo hacían bajar de escena e ir a revisión médica. De allí en fuera, evitó salir del teatro a toda costa, y muestra de ello es la cantidad de obras que hizo durante toda su vida.
En cada entrevista, hablaba con tremendo orgullo de las obras que lo hicieron crecer como actor, que lo plantaron en escenarios de las poblaciones más alejadas del país o los de mayor prestigio, como Bellas Arte.
Siempre tuvo nostalgia de la que consideró la mejor etapa del teatro en México: la de los teatros del IMSS, en los 60, que establecía que la seguridad social tenía que incluir necesariamente a la cultura.
Desde hace seis décadas destacó por su talento y pasión que ha colmado de sentido y brillo a la escena mexicana.
Fue dirigido por Xavier Rojas, Salvador Novo, Celestino Gorostiza, Álvaro Custodio, Ignacio Retes, Seki Sano, Alejandro Jodorowski, José Solé, por mencionar algunos.
Entre los directores con los que trabajó en cine se cuentan Luis Buñuel, Roberto Gavaldón, Ismael Rodríguez, Julio Bracho, Luis Alcoriza, Jorge Fons, John Huston, Miguel Sabido y Alan Jonsson.
A través del teatro, López Tarso fue todos los hombres del mundo y de la ficción. Fue Edipo Rey, Hipólito, de Eurípides; Moctezuma II, Nezahualcóyotl, Cyrano de Bergerac, Juan Pérez Jolote, Tomás Moro, Macbeth, Francisco Gabilondo Soler.
Hizo «Don Juan Tenorio», «El Rey se Muere», «Un Hombre contra el tiempo», «Un Picasso», «El Cartero», «12 hombres en pugna» y fue Macario.
Se convirtió en el Fulgor Sedano de Pedro Páramo y una infinidad de personajes.
En 66 años de trayectoria, interpretó en teatro más de 100 obras como: Edipo Rey de Sófocles, Hipólito de Eurípides, Macbeth, Otelo, y El Rey Lear de Shakespeare, El Avaro de Moliere, Cyrano de Bergerac, Querido Embustero, La Reyna y Los Rebeldes, El Vestidor de Ronald Harwood, El Desperfecto, Fray Bartolomé de las Casas.
Además de Una Hoguera al Amanecer, Un Conejo llamado Harvey, Tirano Banderas, el musical ¡Que Tal Dolly!, Dé Gira con los López, El Villano en su Rincón de Lope de Vega, Drácula, Edipo en Colofón de Sófocles, Cartas de Amor, El Alcalde de Zalamea de Calderón de la Barca, La Pareja Inolvidable de Niel Simon, 12 Hombres en Pugna, El de la Triste Figura, Macario, Elsa y Fred, La Tempestad, El Cartero “il Postino”, y Aeroplanos.
Aunque nunca se consideró una persona creyente, la religión marcó su vida actoral y varias veces se topó con coincidencias divinas, con milagros teatrales.
En cine participó en 50 películas como: Macario, El Hombre de Papel, El Gallo de Oro, La Vida Inútil de Pito Pérez, Nazarín, La Cucaracha, Tarahumara, La Rosa Blanca, Bajo el Volcán, Tirano Banderas, Pedro Páramo, entre otras. Su carrera en televisión incluyó más de mil programas unitarios, series y telenovelas.
Fue galardonado en dos ocasiones con el Premio “Golden Gate” a mejor actor, la primera por su trabajo en “El hombre de papel” (1963), de Ismael Rodríguez y la segunda por Macario (1960), de Roberto Gavaldón.
En los Premios “Ariel” López Tarso fue ganador por mejor actuación en 1973 por la cinta Rosa Blanca; El profeta Mimí (1974) y Rapiña (1975), estuvieron nominadas a mejor actuación.
Para 2007 obtuvo el “Ariel de Oro” por trayectoria fílmica y ha sido premiado por su actuación en diversas telenovelas.
El 16 de enero de 2015, se llevó a cabo el Sorteo Homenaje de la Lotería Nacional en honor al actor Ignacio López Tarso, por su trascendental contribución a la escena mexicana del siglo XX.
Fue acreedor al Premio Nacional de Ciencias y Artes 2015 por su talento y pasión, que ha colmado de sentido y brillo la escena mexicana.
A su trayectoria artística se suma la sindical y política, en la que desempeñó cargos como presidente del Consejo Directivo de la ANDI de 1980 a 1984; secretario general de la Asociación Nacional de Actores de 1986 a 1990 y del Sindicato Gremial de Directores de Cine y Similares de la RM; diputado federal de la LIV H. Legislatura por el 8° Distrito Electoral del DF, de 1988 a 1991; y miembro de la Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía del Distrito Federal y de Cultura.