La tarde de este lunes, la autopista México-Puebla se vio paralizada en ambos sentidos a la altura del kilómetro 89+800, cerca de la caseta de cobro de San Martín Texmelucan. La causa: una protesta de vecinos de la colonia Campestre Potrero que decidieron bloquear la vialidad con barricadas improvisadas.
El caos vehicular se desató cuando los manifestantes, utilizando piedras y llantas a las que prendieron fuego, impidieron el paso total, dejando a cientos de automovilistas atrapados por varias horas. La movilización, que tomó por sorpresa a las autoridades, fue una respuesta a una serie de cateos realizados por la Fiscalía General del Estado (FGE) en la zona.
Según los reportes, los vecinos de Campestre Potrero protestaban por la presunta detención de algunos de sus familiares durante los operativos. El descontento escaló rápidamente, llevando a que los manifestantes tomaran la drástica decisión de cerrar una de las principales arterias viales del país. La Guardia Nacional (GN), división carreteras, acudió al lugar para intentar negociar con los inconformes y restablecer la circulación, pero la tensión se mantuvo por varias horas.
La acción de los manifestantes obligó a los conductores a buscar rutas alternas, lo que colapsó las vías secundarias de la región. Algunos automovilistas optaron por regresar en sentido contrario, una maniobra peligrosa que añadió aún más riesgo a la ya caótica situación.
Hasta el momento, las autoridades no han emitido un comunicado oficial sobre los detalles de los cateos ni sobre las detenciones que originaron la protesta. Se espera que en las próximas horas se brinden más detalles para esclarecer la situación que generó este bloqueo. El incidente destaca el alto nivel de descontento que puede llevar a una comunidad a tomar medidas extremas para ser escuchada.
